Conclusiones del II Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Psicología

Marcelo Urra
Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación

Daniela Kupfer
Universidad de Chile

Cristian Galindo
Universidad La República

Claudio Quezada
Universidad Santo Tomás

Jorge Varela
Pontificia Universidad Católica de Chile

* Presentado en el VI Congreso Nacional de Psicología (1999).

I. Antecedentes II Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Psicología.
El II Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Psicología fue un gran sueño que nació y fue creciendo a partir de nuestra participación como estudiantes de Psicología en el I Congreso Científico Latinoamericano de Estudiantes de Psicología al que fuimos invitados por la Universidad del Aconcagua en la ciudad de Mendoza, Argentina. En esta oportunidad, conocimos alrededor de 40 trabajos desarrollados por estudiantes de Argentina, Colombia y Chile. Fuimos partícipes de actividades de discusión y reflexión desde donde se comenzaba a vislumbrar la necesidad de darle continuidad a un vínculo Latinoamericano que nos permitiera no sólo compartir experiencias, sino también, velar por el desarrollo de nuestra disciplina en estas latitudes para un futuro profesional digno de nuestra realidad local en estos tiempos de constante cambio. Por otro lado, tuvimos la posibilidad de compartir con distintos profesionales destacados, que cada tarde reflexionaron junto a nosotros sobre el futuro de la Psicología en Latinoamérica. Todas estas experiencias, unidas a la rica interacción dada tanto durante las actividades académicas como en las actividades de expansión, daban cuenta de una necesidad que no quedaba resuelta con una semana de encuentro desde donde se podían sacar grandes conclusiones, sino que era necesario darle continuidad a ésta iniciativa.

Es así como en Agosto de 1998 algunos alumnos de la Universidad de Chile, comenzaron a elaborar el proyecto para un segundo encuentro que se llevaría a cabo en Octubre del presente año. Fue importante para la elaboración de este proyecto y la delimitación de nuestros objetivos, llevar a cabo un diagnóstico de nuestras necesidades...¿qué era lo que nos inquietaba?; ¿cuáles eran las ausencias que nos hacían cimentar un proyecto de tales características? Pues bien, una de las primeras falencias que aparecían ante nuestros ojos era la ausencia de espacios propios de los estudiantes donde nos podamos escuchar, discutir, conocer y, sobre todo, presentar nuestras inquietudes y que ellas sean discutidas por personas que nos ayuden a seguir construyendo psicología. Los estudiantes no teníamos espacios de interacción donde podamos conocer lo que se hace en otras escuelas tanto de Chile como de otros países de Latinoamérica. Por otra parte, las posibilidades de escuchar a profesionales destacados de nuestro medio y poder interactuar con ellos fuera del contexto puramente curricular y evaluativo eran exiguas. Los estudiantes de Psicología, por otra parte, carecíamos de espacios de conocimiento e intercambio, más bien, teníamos la sensación de haber sido entrenados en la competencia entre diversas escuelas. Otro punto fundamental, que notábamos ausente en nuestra carrera son los pocos o casi ausentes elementos de identidad de los cuáles el estudiante se pueda apropiar para sentirse parte de algo que no sólo lo contiene, sino que también le aporta y al cuál él puede sentirse en toda la libertad de aportar. Además, encontramos que la realidad Latinoamericana está escasamente incorporada a nuestro currículum y que, sin embargo, nuestras experiencias distan mucho de las realidades desde donde se generan las teorías y formulaciones que estudiamos en nuestra formación profesional, por tanto, se hace necesario algún espacio que nos permita contextualizar los elementos teóricos valiosamente desarrollados en realidades tan distintas a las características de la sociedad Latinoamericana, y si en el fondo las realidades no son tan distintas, vale la pena un espacio donde al menos nos lo preguntemos.

De esta forma, se dio origen a un proyecto que fue presentado en distintos estamentos de la Universidad de Chile. Una vez aprobado éste, se llamó a estudiantes de las distintas Universidades de Santiago con el fin de participarles de nuestro proyecto e invitarlos a colaborar en él. Sin embargo, a poco andar de nuestra interacción, nos dimos cuenta de lo importante que era conformarnos en un grupo cuya pluralidad no sólo era tremendamente valiosa para la realización de este proyecto, sino también como organización que en el futuro pudiese dar cuenta de las inquietudes, iniciativas y proyectos de diversa índole para todos los estudiantes de Psicología de Chile. De este modo, se comenzaría a dar impulso, por otra parte, al carácter pluralista que desde un principio fue considerado para éste proyecto, donde sin importar origen, bases teóricas, académicas, etc. los estudiantes de Psicología pudiésemos juntarnos a construir juntos los espacios que tanto demandábamos, sin hacernos parte de su creación y mantención. Así se unen al trabajo iniciado por los estudiantes de la Universidad de Chile, estudiantes de la Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación; de la Universidad Educares, de la Universidad Santo Tomás, de la Universidad Bolivariana, de la Universidad Nacional Andrés Bello, de la Universidad La República, de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, de la Universidad Central de Chile, de la Universidad del Desarrollo, de la Universidad Católica de Chile, de la Universidad Diego Portales, de la Universidad de Santiago de Chile, de la Universidad Viña del Mar, de la Universidad Católica de Valparaíso y de la Universidad de Ciencias de la Informática. Cada uno de ellos integrándose a este proyecto con sus recursos no sólo materiales, sino recursos esencialmente humanos, donde la pluralidad y el respeto mutuo fueron valores que acompañaron a todo este proceso.

Así nace un sueño de un par de locos que no querían más que vernos como estudiantes creando espacios y aprovechándonos de ellos al máximo. Ahora los locos somos más de 30, tenemos distintos intereses, distintas formaciones, distintas ideas y distintos sueños, pero compartimos el delirio de querer conformar una organización que nos enriquece como estudiantes, como futuros profesionales y como sujetos constructores de un medio social que nos contiene. Pero, más que nada, nos enriquece como personas que somos capaces de soñar y convertir nuestros sueños en proyectos.

II. Contenidos del Congreso Latinoamericano de Estudiantes
1. El II Congreso Latinoamericano de estudiantes de Psicología tuvo como objetivo central establecer un espacio de encuentro y reflexión respecto a los temas de la Psicología que pueden responder a las demandas sociales que nos plantea Latinoamérica y que muchas veces no están presentes en nuestra formación de pregrado.

Cabe señalar que en nuestro país se han realizado otros intentos para formular espacios de discusión respecto al rol social que ocupa el psicólogo. Ya sea desde una vertiente profesional intentando resaltar aquellos espacios en que el psicólogo puede hacer una contribución, como también en términos de la formación académica, en particular por los contenidos que se están enseñando en pregrado.

Congresos nacionales, latinoamericanos, internacionales de estudiantes se han realizado en nuestro país. Sin desconocer las buenas intenciones de sus organizadores, hoy no han quedado antecedentes de estas actividades. Es decir, si bien se ha convenido, en alguna medida en la necesidad de discutir estos temas, las buenos intenciones no dieron paso a la acción concreta, tal como la vinculación o alguna forma de participación en el Colegio de la Orden u otras instituciones de la Psicología chilena. Vale la pena, a nuestro entender, asumir la responsabilidad en este respecto. Es decir, los estudiantes hemos podido plantear temas críticos sobre el desarrollo de la disciplina en el contexto del desarrollo nacional, pero poco o nada ha sido la contribución efectiva. Tal como se señalaba respecto a la realización de congresos de estudiantes en nuestro país, hoy resulta difícil encontrar, al menos, algún documento de acuerdo, o proposiciones que hayan hecho los estudiantes en cada uno de esos eventos.

2. Respecto al tema del aporte profesional del psicólogo, en términos de la capacidad para resolver problemas de la contingencia local, ya han habido antecedentes, como las entrevistas a psicólogos y estudiantes de la carrera realizadas por Morales, Sziklai, Díaz y Scharager (1988) donde señalan que los estudiantes de la carrera evalúan más bajo, la falta de un currículo atingente a las necesidades del país. Asimismo, los psicólogos son todavía más críticos sobre la falta de atingencia de las materias de pregrado a la realidad nacional. Por otra parte, en un estudio anterior (Díaz, Morales, Scharager y Sziklai, 1987) los psicólogos manifiestan como uno de los principales obstáculos para el desarrollo profesional, el desconocimiento del rol del psicólogo. Posteriormente, Avendaño (1996) respalda la idea que en la formación de los psicólogos se enfatizan los aspectos cognitivos o académicos, en desmedro del entrenamiento profesional tecnológico. Agrega que sería conveniente preguntarse si los contenidos de los programas de pregrado están entregando las experticias para intervenir en la realidad local, o más bien se entrega información sobre el conocimiento psicológico de otras latitudes. Aun más, creemos que es importante ampliar la pregunta acerca si estamos, efectivamente recibiendo información que se genera en otras latitudes. Betancourt (1999) señala cómo la Psicología en nuestro país se ha limitado a las posibilidades de contribución y de campo laboral que han sido tradicionales, desaprovechando los importantes aportes, en relación al avance del conocimiento científico, de la Psicología contemporánea.

3. También nos parece importante lo que señalan algunos autores en el sentido que es necesario plantearse que algunas áreas de la Psicología o enfoques de ella pueden participar, a través de la práctica de los profesionales de la disciplina, en la legitimación del orden social establecido (Pérez, 1996), con muchas de sus características y efectos, tales como la competitividad, la desigualdad en la distribución de los recursos económicos del país, formación de dos grupos en la población: integrados y excluidos (Descouvières et al, 1997), el endeudamiento crónico, entre otras. Dicho de otra manera, sería un intento de devolver al individuo a la norma, pasando a llevar su posibilidad de desarrollarse, de establecer formas de vida diferentes, que no tienen que acomodarse necesariamente a gusto de lo formal o normal (Rozas, 1993).

4. Una segunda área en la cual creemos que los formadores de psicólogos debieran tener una actitud más resuelta tiene que ver con el desarrollo personal y la ética. Morales et al (1988) en el estudio realizado a psicólogos y estudiantes de la carrera, éstos dan una baja calificación a la formación ética y orientada al desarrollo personal. Cabe rescatar en este sentido la consideración, como un tercer eje formativo, junto a la habilitación profesional y formación científica, el desarrollo personal, el cual sería fruto de la emergencia de los enfoques humanistas en Psicología (Bolgeri et al, 1997).

5. Finalmente, un tercer antecedente frente al cual los estudiantes nos sentimos más fuertemente aludidos, se relaciona con los 10 problemas básicos para la formación del psicólogo en Chile, planteados por Villegas (1999), ligados al crecimiento explosivo y no planificado de escuelas de Psicología (Villegas, 1998). Entre los problemas identificados destacamos; requerimientos de ingreso a la carrera, condiciones de permanencia en la carrera, requisitos de egreso, graduación y titulación, formación académica, entrenamiento profesional, ética de la Psicología, como disciplina, ciencia y profesión, y compromiso y responsabilidad social del psicólogo. En particular, respecto al tema de la formación académica, nos parecen importantes los datos aportados por Betancourt (1999a) sobre el desarrollo de programas de postgrado que no se vinculan de manera armónica con la formación de pregrado, así como el tema de la equivalencia de título y grado académico en otros países, desarrollándose postítulos, que por regla no pueden entregar grado académico, o, la entrega de la licenciatura al sexto año de estudio, siendo que en otros país equivale al grado de licenciatura y magíster.

En ambos planteamientos, nos parece que el tema de fondo es apuntar a la regularización o establecimiento de un marco normativo para la formación de psicólogos, en el contexto de lo que ocurre a nivel internacional.

6. Con estos tres antecedentes y en concordancia a la situación de las escuelas de Psicología, respecto a la homogeneidad de sus programas de estudio (Avendaño, 1996; Passache y Manzi, 1997, citado en Toro y Villegas, 1999), nos permite con mayor facilidad hacer una generalización respecto de la situación actual de la formación del psicólogo en Chile, entendiendo que la situación en la mayoría de las escuelas es la misma.

7. Con lo anterior no nos queda sino ratificar las creencias que despertaron la realización del II Congreso Latinoamericano, en cuanto a preocuparnos, reflexionar y realizar las acciones que permitan ampliar la formación académica y el entrenamiento profesional hacia aquellas áreas de la Psicología que puedan responder a los requerimientos de Latinoamérica, en función de un marco más amplio de discernimiento.

A partir de este objetivo central, entonces, se desprenden un programa académico-científico y otro gremial-profesional.

8. En el programa académico-científico se definió las áreas de la Psicología y temas específicos que fueron propuestos para ser abordados en el congreso. Luego de prolongadas reuniones se obtuvieron las temáticas, siendo criterios, su atingencia al contexto académico y profesional local, áreas emergentes y diversidad. Como tema transversal se planteó la relevancia del rol del psicólogo en cada área, de modo que se entrecruza con el programa gremial-profesional.

En términos generales las áreas consideradas fueron: Clínica, Educacional, Comunicación, Social, Comunitaria, Organizacional, Jurídica, Salud, Ambiental y Rol del psicólogo en Latinoamérica.

9. Para el programa gremial-profesional se tiene como objetivo una instancia de reflexión y acción frente a los requerimientos que nuestra sociedad hace a la Psicología. El congreso en sí mismo, es visto por nosotros como una primera etapa para lograr objetivos que lo trasciendan. Aquí es fundamental la formación de la Federación de Estudiantes de Psicología de Santiago (FEPS).

III. Desarrollo del II Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Psicología
Para efectos de comprensión hemos dividido este apartado en dos grandes áreas: una referida a los datos técnico s de este evento; y otro referido a la implementación de los programas y objetivos propuestos.

En lo referente a los datos técnicos les contamos que el Congreso se realizó entre los días 4 y 9 de octubre, con una orgánica de exposiciones o ponencias de estudiantes, talleres realizados por estudiantes, talleres realizados por profesores y mesas redondas y conferencia, con la participación de profesores de distintas latitudes.

A modo de presentación les hacemos una reseña de cómo funcionó el congreso:

El domingo 3 y el lunes 4 de octubre se recibió y se acreditaron todos los participantes, que alcanzaron una suma de 1500 personas. Ese lunes se realizó un almuerzo de bienvenida con una amena tanda musical de grupos formados por compañeros nuestros. En la noche se dio inicio oficial al congreso, con la ceremonia.

El día martes se dio comienzo a los talleres y exposiciones de parte de los alumnos, que en total fueron 65, pero si los diferenciáramos serían 15 los talleres y 50 las exposiciones. Este esquema se repitió el día miércoles y viernes. El día jueves se basó en la realización de talleres por parte de profesores acreditados para ello. En total fueron 25 los profesores que realizaron talleres.

La mayor cantidad de trabajos presentados fueron desarrollos teóricos, reflexiones o experienciales de parte del estudiantado, más que desarrollo investigativo, centrados en su mayoría en las áreas clínica y educacional. Si se hace un análisis respecto al porcentaje de exposiciones con respecto a la cantidad de participantes se diría que fueron alrededor de un 6% los expositores o talleristas y un 3% los trabajos presentados.

Con respecto a las sedes queremos hacer un alcance: como nuestros objetivos partían con la necesidad de abrirnos hacia las escuelas de Santiago, y darles esa apertura a otras instituciones, junto con la gran cantidad de participantes, que no cabrían en un solo lugar, es que nos decidimos a realizar las ponencias y talleres en cuatro grandes sedes: como primera las universidades alrededor del metro estación "Los Héroes", que son Universidad Diego Portales, Universidad Santo Tomás, Universidad Nacional Andrés Bello, Universidad La República y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, donde se desarrollaron ponencias y talleres de alumnos y profesores, los días martes y jueves; la Universidad de Chile y la Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación, donde se desarrollaron ponencias y talleres de alumnos el día miércoles y la videoconferencia (Chile-Estados Unidos) del día jueves; la Universidad de Santiago de Chile, donde se realizó la Ceremonia Inaugural, una conferencia y una mesa redonda; y, por último, la Pontificia Universidad Católica de Chile, Campus San Joaquín, donde se desarrolló el almuerzo inaugural, ponencias y talleres el día viernes, mesas redondas los días miércoles y viernes, y la Ceremonia de Clausura.

Para el día sábado 9 de octubre, las actividades se trasladaron a Valparaíso y Viña del Mar, donde desarrollaron talleres y luego un encuentro entre los participantes en las bellas arenas de Reñaca.

En cuanto a los profesores conferencistas, los invitados fueron: el Doctor José Miguel Salazar, venezolano que habló sobre la "Identidad Nacional y Latinoamericana", el día martes; el día miércoles fue el turno a la mesa de Psicología Comunitaria con el tema "Perspectiva de la Psicología Comunitaria en Latinoamérica", siendo los invitados los profesores Jaime Alfaro, Benito Baranda, Mariane Krause, Germán Rozas. La epistemología tuvo su espacio el día jueves de parte de los profesores Roberto Aristegui, Fernando García y Guido Vallejos, con el tema "Psicología y Epistemología en Latinoamérica". El día viernes se analizó la película Carácter (exhibida el día anterior por los estudiantes), bajo la mirada de cuatro enfoques clínicos: Lacaniano, con el profesor Michel Thibaut (belga); Cognitivo Post-Racionalista, con el profesor Mateo Ferrer (chileno); Humanista, con el profesor Alex Kalawski (chileno); y Sistémico, con el profesor Hugo Hirsch (argentino). Coordinó la mesa el profesor Leonardo Villarroel. Es importante recalcar la presencia de profesores provenientes de otras latitudes, para abarcar el encuentro latinoamericano desde las exposiciones, no aferrándose a nuestro país.

Cabe destacar el desarrollo de un grupo de estudiantes quienes, a cargo del profesor José Miguel Salazar, se dedicarán a estudiar e investigar la nuestra disciplina en toda Sudamérica.

Por otro lado, en cuanto a la implementación de los programas, podemos decir que el ámbito académico-científico estuvo referido, como ustedes pueden observar, por el desarrollo de las exposiciones y talleres, junto con la conferencia y mesas redondas que tanto aportaron para nuestra formación.

En lo referido al programa gremial, es de indiscutible valor, el desarrollo de un grupo humano que supo enfrentar las falencias que todo evento contiene, que en otras oportunidades podría haber desmembrado la organización, en esta oportunidad tuvo un efecto positivo, de crecimiento y de unidad. Creemos que el factor más importante a resaltar es que desde un comienzo, y, por sobre todo, en el mismo congreso, nuestra perspectiva se planteó en un "a donde vamos", más que de un "de donde venimos", lo que dejó de lado los prejuicios y recelos interescuelas.

Por otro lado, una reunión realizada entre los dirigentes de las delegaciones y los organizadores de este encuentro permite resaltar el factor gremial, tanto a nivel nacional, como latinoamericano, lo que creemos da pie a futuras aspiraciones.

IV. Evaluación del Congreso
1. Evaluación de los objetivos
Con respecto a los objetivos generales, cabe mencionar que el espacio creado para la reunión de estudiantes de psicología de Latinoamérica, así como también el aprovechar esta instancia para la presentación de reflexiones y trabajos realizados por los estudiantes se logró a cabalidad. En cuanto a discutir sobre el campo de la psicología en el contexto de una identidad latinoamericana, el cumplimiento de este objetivo me merece duda, ya que pienso que esta identidad está en formación, y que este congreso ayudó en este proceso.

En cuanto a los objetivos específicos, el reunir a estudiantes de diversas escuelas de psicología en el proyecto, se cumplió. El reflexionar sobre el rol del psicólogo en Latinoamérica no fue llevado a cabo como hubiéramos querido, ya que los asistentes al no participar de estas ponencias, perdieron la instancia de reflexión que se les había dado. En cuanto a lograr una participación activa por parte de alumnos y profesores en la organización y realización del evento, podemos decir que, si bien, por parte de los alumnos, hubo una participación más activa en la organización y realización; los profesores no participaron, salvo contados casos, en la organización, aunque si colaboraron, y de manera relevante en la calidad con que se realizó el congreso.

2. Evaluación del desarrollo (proceso total).
2.1. Participación de los alumnos organizadores: este punto es de vital importancia, porque este es el primer congreso en el cual se han participado en la organización alumnos de distintas Universidades de Santiago, de Valparaíso y de Viña del Mar, ya sea de Universidades privadas como estatales. Esto es algo que merece nuestra atención de manera particular. Creemos que la participación de los alumnos de distintas escuelas permitió formar un cuerpo heterogéneo de jóvenes con distintas perspectivas de qué es lo que necesitamos aprender, y para qué nos sirve en una realidad Latinoamericana. Creemos que lo que estamos formando es un aporte a la unidad de todos los alumnos de psicología y al mismo tiempo, creando una instancia de reflexión y cuestionamiento que nos permitan en el futuro llevar a cabo acciones más concretas, ya sea en el plano de la investigación (cosa que es muy necesaria), de ayuda a la comunidad o en movimientos estudiantiles.

Antes cualquier otro congreso, este fue el único que permitió crear una identidad común en los que organizamos, a pesar de que cada uno representaba a una determinada Universidad en particular; en este sentido es necesario destacar la a-institucionalidad que en todo momento existió.

2.2. Participación de los alumnos (asistentes): otro punto importante a destacar es la reunión de un gran número de alumnos de distintas partes de Latinoamérica, lo cual ayudó a formar nexos entre estudiantes que permitirán en el futuro establecer vínculos cada vez más fuertes, como un un organismo estudiantil latinoamericano, como ejemplo.

Lo que más nos llamó la atención en el Congreso fue la gran concurrencia y ganas de participar en talleres, lo cual se establece como un emergente, el cómo el vivenciar en el estudiante se manifiesta como una demanda, como una necesidad. Esto se contrapone con el número reducido de estudiantes que asistieron a ponencias acerca de la formación del psicólogo, y da a entender que existe un bajo interés en discutir los temas de nuestra formación curricular, o por lo menos académica, teórica.

2.3. En cuanto a los trabajos presentados por estudiantes podemos decir que la calidad de estos fue en unos casos pobre y en otras dignas de destacar, en una proporción según la comisión de asesoría académica de un 30% buenas, un 50% regular y un 20% malas. Esto por una parte nos sorprendió, y a la vez, por la otra nos permite preguntarnos por la calidad y homogeneidad de nuestra formación de pregrado adentro de nuestras Universidades. En cuanto al número de trabajos presentados, pensamos que estos proporcionalmente estuvieron muy por debajo de lo que esperábamos recibir, cosa que nos llama a cuestionarnos por la actitud (pasividad) y compromiso con la disciplina que estamos estudiando. Aquí es necesario decir que si bien el estudiante se entusiasma por participar y de alguna manera exige calidad, número de trabajos y un movimiento estudiantil más fuerte, su aporte es reducido.

Es necesario decir también que el carácter de los trabajos era reflexivo, cosa que si bien promovemos, notamos una deficiencia en la calidad y cantidad de la investigación presentada.

2.4. Con respecto a los trabajos presentados por los profesores, si bien estos eran de muy buena calidad, no se apreciaba una recepción activa por parte del alumnado, lo cual se reflejaba en la poca asistencia por parte de los asistentes.

2.5. Tomando el punto de la organización del Congreso, este fue sobrepasado por la cantidad de asistentes, a tal punto, de que en un minuto llegó a pensarse que el congreso iba a colapsar. Todo esto pudo deberse a una mala coordinación de los que estábamos a cargo, en el sentido de que no se hizo una evaluación permanente de cómo trabajábamos, asta el momento en que nos tuvimos que reorganizar. Pero a pesar de esto, el grupo frente a los problemas que nos aquejaban (programas, cambios de horario y cedes) se cohesionó más, y logró responder eficientemente, aunque reactiva, a las demandas impuestas. Esto demuestra la capacidad de reacción del grupo, aunque también demuestra la poca experiencia en prever y programar eventos de esta clase. Sin duda que con el congreso aprendimos.

2.6. En cuanto a las sedes, la queja mayor fue que en unos días (martes y jueves en especial) el Congreso no estaba reunido en un solo lugar, por lo cual los estudiantes tenían que desplazarse de una universidad a otra. Esto llevó a problemas en el desplazamiento y en algunos casos el perderse algunas ponencias. Todo esto junto con mermar la idea de que estábamos en un congreso, en el sentido ver un grupo permanente de gente reunida en un lugar con un fin común, sentimos que en cierta medida le faltamos el respeto a los estudiante, aunque esto escapó al manejo de nosotros, ya que no disponíamos de infraestructura permanente acorde a lo que necesitábamos. Esto fue superado con creces en otros días, pero de todas formas queda esa idea presente.

Otra queja que llegó a oídos nuestros fue que en contados casos, la capacidad de las salas no daba abasto para los asistentes que llegaban, mientras en otras salas sobraba espacio.

2.7. Con respecto a los Programas, los problemas que se suscitaron cabe acotarlos a dos días del congreso, estos también se debieron a una mala coordinación y fueron solucionados ese mismo día por gente del congreso. Cabe destacar la labor realizada por aquellos quienes tomaron esa responsabilidad, ya que esto significaba, o bien, arreglar los errores, o organizar todo de nuevo y tenerlo listo en un horario prudente para ser repartido.

2.8. En cuanto a los contactos que se hicieron, en especial con alumnos de Universidades extranjeras y de regiones, podemos decir que fue positivo en la medida de que aquellos contactos sirvan para formar un vínculo cada vez más profundo, procurando desarrollar así, una identidad más fuerte como alumnos de psicología de Latinoamérica.

V. Proyecciones
En el transcurso del Congreso de Estudiantes se fue gestando un sentimiento muy especial en los que organizábamos. Por una parte, sentíamos que el grupo de trabajo era muy bueno, a pesar de la heterogeneidad. Se podía apreciar una gran unión, para apoyarnos y complementarnos, sobre todo en los momentos más conflictivos. Realmente logramos olvidar de que Universidad veníamos y nos entregamos por entero a un solo objetivo: El II Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Psicología.

Por otro lado, sentíamos también que éramos capaces de formar algo más grande. Este sentimiento se traduce en un sueño de lograr un mayor sentido de pertenencia como estudiantes de Psicología. Un sueño de no quedar solamente en este Congreso de Estudiantes, sino que hacer algo más.

Es frente a esto que nace la iniciativa de proyectarnos para poner en marcha una "Federación de Estudiantes de Psicología". Sentimos que esto responde a las mismas necesidades de los que en un futuro próximo seremos psicólogos, ya que no hay una institución de referencia de los estudiantes para asumir la responsabilidad del desarrollo de la Psicología en Chile.

La puesta en marcha de la Federación se mueve en tres planos, no necesariamente en niveles de importancia, sino en cuanto al ámbito que abarcan. Uno es el conformado por los Estudiantes, donde se pretende lograr una unión y conexión a nivel de interescuelas, para conocer que se está haciendo en otras partes. En este mismo sentido la idea es establecer vínculos y contactos que nos permitan lograr conocer las diferencias y los elementos en común que tenemos entre los estudiantes de Psicología. Con todo esto, se pretende también promover la participación de los estudiantes a hacer cosas, a atreverse y no tener el temor de equivocarse. Pretendemos a través de la Federación crear espacios académicos propios de los estudiantes, como puede ser una Revista editada por ellos mismos, la realización de Seminarios o Congresos Regionales, etc. Además que estén al alcance económico de los estudiantes. En esta línea queremos promover actividades de servicio a la comunidad, como por ejemplo, patrocinando iniciativas y actividades estudiantiles.

Un segundo plano guarda relación con la mantención de lazos a nivel Latinoamericano logrados en el Congreso. En éste se llevó a cabo una reunión con las delegaciones de los distintos países y regiones de nuestro país que participaron del Congreso. Con esto queda un precedente de que hay muchas ganas de relacionarse y seguir haciendo cosas en conjunto. Por ejemplo, en esa misma instancia se decidió democráticamente como grupo realizar un tercer Congreso de Estudiantes de Psicología en Brasil el próximo año. A todo esto hay que agregar que en nuestro país se pretende tener contacto a nivel regional, ya que nuestra federación sería sólo de Santiago, pero con miras a comunicarse y trabajar en conjunto con otras regiones.

En un último plano, pero no por eso menos importante, está el establecer vínculos y mantener un contacto directo con instituciones de Psicología, como el Colegio de Psicólogos. La idea no es actuar como intermediarios frente a ellos, sino servir de representación estudiantil para manifestar las inquietudes y necesidades que los futuros psicólogos estamos teniendo. Ser, por así decirlo, "apadrinados" por ellos, para aprender y trabajar en conjunto por el desarrollo de la Psicología en nuestro país. En este sentido, los estudiantes estarían a la mano para trabajar en investigaciones, solicitadas y guiadas por el mismo Colegio, con lo que en el fondo se lograrí a un crecimiento mutuo.

Es así como se vería plasmado nuestro sueño, algo que partió de la idea de algunos, pero que poco a poco en este sueño se fueron sumando más y más personas, hasta llegar ahora con lograr formar algo que perdure en el tiempo y para las futuras generaciones. Este sueño de jóvenes es la "Federación de Estudiantes de Psicología" (FEPS).

Referencias:
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Bolgeri, P. (Coord.) (1997). El desarrollo personal del estudiante de Psicología. Simposio realizado en el V Congreso Nacional de Psicología, Santiago de Chile.

Descouvières, C. (1997). Lo Ético en la Psicología. En C. Decouvières & M. George (Ed), Desafíos de la Psicología en la sociedad actual. Santiago: LOM.

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Pérez S., C. (1996). Sobre la condición social de la Psicología. Santiago: LOM-ARCIS.

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